El último es el mejor.
Título: Atrapado en la ruina
Escondido en las ruinas de un edificio durante una invasión alienígena.
La ciudad está en ruinas.
Luis: (susurrando) No sé cuánto tiempo llevo escondido aquí. Los alienígenas están por todas partes. He oído gritos, disparos, explosiones. No sé si mi familia está viva. No puedo salir de aquí, sería un suicidio. Me quedo aquí, esperando, escuchando. Cada vez que oigo un ruido, me estremezco. ¿Será un alienígena que me ha descubierto? ¿Serán soldados humanos que vienen a rescatarme? No lo sé. Y la incertidumbre es peor que el miedo.
(Se escuchan ruidos de explosiones y disparos)
Luis: (temblando) Esto es horrible. ¿Cómo hemos llegado a esto? Hace unos días, todo era normal. La gente caminaba por estas calles, iba al trabajo, llevaba a sus hijos al colegio. Y ahora todo es destrucción, caos y muerte. No veo esperanza. No veo una salida. Solo veo la muerte acechando en cada esquina. Y lo peor es que no puedo hacer nada. Estoy atrapado aquí, sin poder ayudar a mi familia, sin poder luchar contra los invasores. Solo puedo esperar a que esto acabe.
(Se escucha un ruido cerca de su escondite)
Luis: (asustado) ¿Qué fue eso? ¿Me han descubierto? ¿Van a venir a por mí? (Se queda en silencio, esperando) No, parece que se han ido. (Suspira aliviado) ¿Cuánto tiempo más podré aguantar aquí? ¿Cuánto tiempo más durará esta invasión? ¿Seremos capaces de recuperar nuestra ciudad, nuestra vida? No lo sé. Solo sé que tengo que seguir adelante. Por mí, por mi familia, por todos los que han muerto en esta locura. Tengo que tener esperanza. Tengo que creer que habrá un final para todo esto.
(Se escucha un ruido aún más fuerte, y luego todo queda en silencio)
Fin.
Título: Viaje a próxima centauri
La tierra, nuestro hogar, alguna vez fue un paraíso lleno de vida y recursos naturales abundantes. Pero nuestra propia codicia y sobreexplotación de todo llevaron al colapso a nuestro planeta.
Las extinciones masivas comenzaron con las aves y las abejas, seguidas por los peces, los mamíferos y los reptiles. Las plantas, fuente de vida, también se vieron afectadas. La sobreexplotación y la contaminación del medio ambiente llevaron a que la vida fuera cada vez más difícil en la tierra. Y entonces comenzó la oscuridad.
La humanidad llegó a un punto en el que la única opción era dejar la tierra en busca de un nuevo hogar. La humanidad decidió emprender un viaje interestelar en busca de una nueva esperanza. Pero para un pasajero solitario que flota en la nave, ese nuevo hogar aún parece estar a años luz de distancia
La oscuridad del espacio exterior se extiende infinitamente a su alrededor, como si el universo mismo estuviera en pausa. En medio de todo esto, flota una pequeña nave, sola en su camino hacia Próxima Centauri, con su única compañía siendo los sistemas automatizados que lo mantienen con vida.
En el interior de la nave, la luz es escasa y el aire está quieto. En la sección de las cápsulas criogénicas, una de ellas se ha abierto, dejando a un pasajero desconcertado y confundido. Él se desliza de la cápsula, congelado y entumecido, y explora el interior de la nave en busca de respuestas. No encuentra a nadie vivo, y la computadora de la nave le informa que faltan aún 10.000 años para llegar a su destino.
El pasajero se queda solo en la nave, su mente llena de preguntas y miedo. El silencio es ensordecedor y los pequeños ruidos mecánicos resuenan a su alrededor, recordándole su solitaria existencia. ¿Qué puede hacer para pasar el tiempo? La nave tiene comida, pero está solo. Trata de mantenerse ocupado en la nave, pero es difícil mantener la concentración en medio de la soledad y el miedo.
Una noche, sin embargo, algo cambia en su interior. Se encuentra a sí mismo bailando solo en la nave, al son de la música que ha encontrado en la biblioteca de la nave. La música llena el vacío en su corazón y, por un momento, se siente vivo de nuevo. Pero la euforia no duró mucho tiempo. Después de un rato, la música se detiene y el silencio se reanuda.
A medida que los días pasan, el pasajero comienza a cuestionar su propia existencia. ¿Por qué está aquí? ¿Qué sentido tiene su vida? ¿Por qué continuar viviendo si está destinado a morir solo y en el vacío del espacio?
Finalmente, llega el momento de su muerte. No es una muerte dramática o espectacular, sino más bien una muerte tranquila y silenciosa. El pasajero se desvanece en la nada, y ahora su cuerpo se descompone lentamente en la oscuridad del espacio.
La nave continúa flotando en el vacío, solitaria y vacía. El pasajero ha dejado de existir, sin embargo una pregunta sigue flotando en el vacío: ¿Cuál fue el sentido de todo esto? ¿Hubo algún propósito para la vida humana? La respuesta a esta pregunta que se hicieron los filósofos y científicos por milenios por fin fue evidente: nunca hubo un propósito en la existencia humana.
Título: Apuros en la búsqueda de un baño
Personaje: Juan, un joven en sus 20 años, quien se encuentra desesperado por encontrar un baño.
Ambiente: La calle, específicamente una zona residencial con pocas opciones de lugares públicos con baño.
Juan: (Se agarra la barriga y hace muecas de dolor) ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí justo hoy? Tengo que hacerlo… tengo que hacerlo ya. Pero no encuentro ningún lugar decente donde ir al baño. (Mira a su alrededor) Solo veo casas y más casas, y todas parecen estar cerradas. No me gusta la idea de buscar un callejón oscuro, podría encontrarme con cualquier cosa. (Pausa) Quizás pueda ir a un café o un restaurante, pero ¿y si me piden que consuma algo primero? No tengo dinero y no quiero meterme en problemas. (Hace una mueca de dolor más fuerte) ¡Dios mío, esto es insoportable! ¿Por qué no puedo encontrar un baño decente? (Mira a una casa grande) Espera un segundo… creo que esa casa tiene un jardín grande. Podría esconderme detrás de un árbol y hacer lo mío allí. (Se acerca a la casa y mira a su alrededor) Parece que nadie está mirando… esto es lo más cercano a un baño que voy a encontrar. (Entra detrás de los arbustos y se agacha) Ahhh, al fin. (Hace un sonido de alivio) Esto es asqueroso, pero al menos me siento mejor. (Se limpia) Bueno, ya está hecho. (Se levanta y se sacude los pantalones) Espero que nadie me haya visto. (Mira a su alrededor) Ahora, a encontrar un lugar donde lavarme las manos.
Fin.
Las quijadas de la vida
El bombero se acercó al coche volcado y examinó el estado del vehículo. Era un desastre. Las llantas apuntaban hacia el cielo y la carrocería estaba completamente deformada. Sin embargo, había una pequeña posibilidad de que la mujer que estaba adentro todavía estuviera con vida. A medida que se acercaba a la puerta, pudo ver la cabeza de la mujer. Era una mujer joven y hermosa, pero estaba en mal estado.
La mujer estaba luchando por mantenerse consciente, aunque no podía sentir su cuerpo. El bombero sabía que tenía que mantenerla hablando, para mantener su mente activa. A medida que continuaban hablando, el bombero se dio cuenta de que la mujer era extremadamente inteligente y astuta. Ella hablaba con una voz clara y concisa, y se mostraba tranquila a pesar de la gravedad de la situación.
Finalmente, los refuerzos llegaron y el bombero les explicó lo que necesitaban para sacar a la mujer del vehículo. Con las quijadas de la vida, pudieron abrir la carrocería y sacarla. Pero cuando la llevaron al exterior, las cosas tomaron un giro aterrador.
El bombero estaba atónito al descubrir que la mujer estaba muerta. No podía creerlo. Acababa de pasar más de media hora hablando con ella. ¿Cómo podía estar muerta? Los especialistas en rescate le explicaron que su cabeza había sido amputada en el momento del accidente y que había muerto instantáneamente. El bombero estaba en shock. No podía dejar de pensar en la conversación que había tenido con ella. ¿Era posible que su alma todavía estuviera allí, atrapada en el cuerpo sin vida? A partir de ese momento, nunca volvería a ver su trabajo de la misma manera. Sabía que había visto algo que nunca podría olvidar.
Fin