Lagos de Moreno, una de las ciudades más emblemáticas de los Altos de Jalisco, es un lugar donde la historia se respira en cada rincón. Su territorio estuvo habitado desde la época prehispánica por grupos chichimecas, entre ellos los guachichiles, quienes opusieron gran resistencia a la conquista española mediante tácticas guerrilleras. Estos grupos eran nómadas y su estilo de vida se basaba en la caza, la recolección y el comercio con otras comunidades mesoamericanas. Se han encontrado vestigios arqueológicos que demuestran su presencia en la región mucho antes de la llegada de los europeos.
Posteriormente, el 31 de marzo de 1563, el capitán Hernando Martel fundó oficialmente la villa con el nombre de Santa María de los Lagos, como parte del proceso de colonización de la Nueva España. La fundación de la ciudad tuvo el propósito de establecer un punto estratégico que permitiera consolidar el dominio español en el norte del Virreinato. Con el tiempo, la villa adquirió relevancia debido a su ubicación privilegiada en la ruta comercial entre Guadalajara, San Luis Potosí y Zacatecas, facilitando el tránsito de mercancías, metales preciosos y productos agrícolas.
Durante la época virreinal, Lagos de Moreno se convirtió en un centro de producción agropecuaria y textil. Las haciendas como Ciénega de Mata, La Cantera y San Juan Bautista de la Laguna fueron pilares del crecimiento económico, produciendo lana, trigo, maíz y carne para abastecer los mercados locales y externos. Además, se desarrolló una notable arquitectura barroca que aún se conserva en templos y casonas del Centro Histórico. La Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, por ejemplo, es un ícono de la ciudad y una muestra del esplendor artístico del periodo colonial.
En la Independencia de México, Lagos de Moreno jugó un papel crucial. Fue un bastión insurgente donde se llevaron a cabo intensos enfrentamientos entre los independentistas y las fuerzas realistas. Personajes como Pedro Moreno, originario de la ciudad, se unieron a la lucha contra el dominio español. Moreno se destacó por su valentía en la resistencia insurgente, luchando junto a figuras como Francisco Xavier Mina en la fortaleza del Sombrero. Su sacrificio y el de sus hombres contribuyeron a debilitar el control virreinal en la zona y a consolidar la causa independentista.
Durante el siglo XIX, la ciudad experimentó un notable desarrollo cultural y arquitectónico. Se construyeron edificaciones de gran valor como el Templo del Calvario, el Puente Grande y el Teatro José Rosas Moreno, una joya neoclásica en honor al escritor y dramaturgo local. Lagos de Moreno también fue cuna de otros intelectuales como Mariano Azuela, autor de Los de abajo, considerada la primera novela de la Revolución Mexicana. Su legado literario ha sido reconocido internacionalmente y su obra es un referente de la literatura social en Latinoamérica.
En el ámbito político, Lagos de Moreno ha dado importantes figuras al país, como José de Jesús González Gallo, gobernador de Jalisco en la década de 1940, quien impulsó obras de infraestructura fundamentales en el estado. Asimismo, la ciudad ha sido cuna de destacados académicos, artistas y científicos que han contribuido al desarrollo de diversas disciplinas. Uno de los reconocimientos más importantes que ha recibido la ciudad fue su declaración como Patrimonio Cultural de la Nación en 1989 y, en 2010, la UNESCO lo incluyó en la lista de Pueblos Patrimonio de México, reconociendo su importancia a nivel mundial.
En el siglo XX y XXI, Lagos de Moreno ha sabido combinar su legado histórico con la modernidad. La ciudad es sede de eventos culturales y festivales que celebran su rica tradición artística y literaria. Su gastronomía típica, como la birria, el queso de tuna y las gorditas de horno, sigue siendo un atractivo para locales y visitantes. Además, la preservación de su patrimonio ha sido una prioridad, permitiendo que su Centro Histórico se mantenga como un testimonio vivo de su esplendor pasado y presente.
Hoy en día, Lagos de Moreno es un destino imperdible para quienes buscan conocer la historia y el legado de México. Desde su pasado prehispánico hasta su impacto en la literatura, la política y la arquitectura, Lagos de Moreno ha dejado una huella imborrable en la historia del país y del mundo. Sus festividades, su gente hospitalaria y su riqueza cultural lo convierten en un lugar único. ¿Ya conoces este fascinante rincón de Jalisco?
