Una historia poco conocida
En un episodio poco recordado de la historia, San Juan de los Lagos estuvo a punto de separarse de Jalisco debido a un conflicto económico con el gobierno de Guadalajara. La causa principal fue el manejo de los ingresos generados por la feria local, un evento de gran importancia comercial y turística en la región.
El descontento con Guadalajara
Corría el año de 1849 y, como cada diciembre, la feria de San Juan de los Lagos atrajo a numerosos comerciantes y visitantes. Sin embargo, al hacer el balance de ese año, los mercaderes locales notaron un problema: aunque los productos importados se vendieron con gran éxito, una cuarta parte de los productos nacionales quedaron sin comprador.
Los regidores sanjuanenses culparon al gobierno de Guadalajara, argumentando que la administración estatal ya no atendía adecuadamente las necesidades del evento. En tiempos anteriores, las autoridades se encargaban de reparar y vigilar los caminos que llevaban a San Juan, garantizando así la seguridad y el flujo de comerciantes y peregrinos. Pero en esta ocasión, el gobierno jalisciense respondió que sus finanzas aún estaban resentidas por los costos de la reciente invasión estadounidense (1846-1848), por lo que no podían destinar recursos a la feria.
La propuesta de anexión a Guanajuato
Ante la negativa de Guadalajara, el Ayuntamiento de San Juan de los Lagos decidió tomar medidas drásticas: propuso separarse de Jalisco y anexarse al estado de Guanajuato. Esta idea no surgió al azar, ya que las autoridades guanajuatenses, interesadas en la prosperidad económica de la feria, ofrecieron mejores concesiones y garantías a los sanjuanenses. Incluso, se extendió una invitación a los habitantes de San Miguel el Alto para unirse a esta iniciativa separatista.
El cambio de postura de Guadalajara
Cuando las autoridades de Guadalajara comprendieron que la amenaza de separación era real y que Guanajuato estaba dispuesto a recibir a San Juan, reaccionaron rápidamente. Para evitar la escisión, se comprometieron a devolver a San Juan la mitad de los ingresos recaudados en la feria.
Ante esta promesa, las autoridades de San Juan desistieron de su intento de separación y el tema no volvió a tratarse oficialmente. Sin embargo, nunca quedó claro si el gobierno de Guadalajara realmente cumplió con la devolución del dinero o si todo fue una estrategia para calmar los ánimos y mantener a San Juan bajo su jurisdicción.
¿Fue una victoria o solo una maniobra política?
Este episodio deja abierta la duda sobre si San Juan de los Lagos realmente obtuvo lo que buscaba o si solo fue víctima de un juego político. Lo cierto es que este intento de separación demuestra la importancia que ha tenido la feria en la economía local y la constante lucha de los municipios por obtener un trato justo en la distribución de recursos.
¿Tú qué opinas? ¿Hubiera sido diferente la historia de San Juan si hubiera pasado a formar parte de Guanajuato?