Los prestigiados sitios de internet www.mexicodesconocido.com.mx y mexicotravelchannel.com.mx dicen que el origen de este manjar de reyes es de origen Zacatecano y otro que es de origen Hidrocálido, respectivamente.
Para los que no saben, esta ambrosía, es un bolillo relleno con un cuerito, crema, sal y un chile jalapeño, y si anda de buenas el de la tienda, un chorrito de vinagre.
La crema de dudosa calidad, con sal y el vinagre, es lo que le da ese exquisito sabor; además si acompañamos este platillo con ese «jugo industrial» sabor cola, que tanto daño nos ha hecho, el placer se dispara a niveles sublimes.
Los albañiles es su inmensa sabiduría tuvieron a bien inventar esta maravilla culinaria. ¿Pero, de dónde eran esos magníficos inventores? Y, ¿por qué es importante determinar su origen? ¿Cuál fue el paciente cero?
La importancia de adjudicarse el origen de la afamada “Torta de Resistol” radica en que, así como la CDMX tiene su Torta de Tamal, GDL tiene su Torta Ahogada, León tiene su Guacamaya, Puebla su Cemita, y así casi todos los estados, Aguascalientes y/o Zacatecas tendrían su propia torta, porque para los mexicanos es importante tener nuestra propia torta.
Me consta que, tanto en Aguascalientes como en Zacatecas, en las tienditas hacen estas torta;, sobre el origen, es algo incierto, he podido encontrar estas tortas en otros lugares cercanos a estas dos entidades, y recuerdo una anécdota de mi papá, que cuenta que hace muchos años tenía que trabajar en una escuela rural, y en la tiendita de esa pequeña comunidad que no está ni en Aguascalientes, ni en Zacatecas, compró una torta con crema y un cuerito.
Sin embargo, sobre el origen les puedo contar una anécdota, un día en un Taxi, de esos Tsuru rojos que hay en Aguascalientes, un señor muy efusivo, me explicó lo que a su parecer era el origen de la torta de Resistol, y como los chilangos, sin lugar a dudas son expertos en tortas, pues su versión me dejó pensativo.
En mis tiempos de estudiante, había necesidad de gastar mucho en la Universidad, teníamos una intensa vida social, y teníamos el dilema: ¿comemos o compramos un Rivas? Evidentemente teníamos que comer, y para tener dinero para el Rivas, nos comíamos la torta de Resistol, y como nos tomábamos el Rivas con coca, ya teníamos refre para acompañar nuestra torta, y luego a la fiesta.
Este señor taxista, originario de Ciudad de México, me dijo que en Aguascalientes comprábamos la torta de Resistol porque no nos gustaba gastar, que porque eso era lo más barato para degustar.
Y pues sí, en tiempos de la universidad comía mucha torta de Resistol, y ahora lo sigo haciendo, pero con… luego les paso la receta, la titulo “Resistol Gourmet Lunch”. Naaaa se crean, lo único que le pongo de más, son Doritos, y sabe, ¡ay, Dios mío!, sabe a gloria.
En mi opinión, los vínculos culturales y económicos que Zacatecas y Aguascalientes han tenido por siglos, desde que todo lo relacionado con la plata sostenía estas dos ciudades, ha hecho que compartan muchas cosas en común.