En la alcaldía de Aguascalientes se fundaron cuatro pueblos de indios: San Marcos, San José de Gracia, San José de la Isla (hoy Genaro Codina, Zacatecas) y Jesús María. El objetivo era la evangelización de la zona, el pago de tributo, poblar para pacificar la región y por supuesto, tener mano de obra disponible.
Los terrenos de lo que sería Jesús María pertenecían al capitán José Rincón Gallardo, quien al enterarse la petición de tierras que hicieron los indios: el cacique Juan Rodríguez de Tapia, Matías de Saucedo y Miguel Juárez, no dudó en donar (para tener mano de obra) “un sitio de estancia de ganado menor y dos caballerías de tierra” (1, 927.2 hectáreas), en el punto llamado Jonacatique. Dicha donación ocurrió el 24 de julio de 1699 y las autoridades civiles, o sea, la Real Audiencia, autorizó la licencia de fundación el 23 de diciembre de 1700, que quedó confirmada un año después, el 29 de noviembre de 1701. El auto dice:
“Ante mi Salvador Delgado Cervantes, escribano público y de cabildo, en el sitio nombrado Juanacatique, jurisdicción de la villa de Aguascalientes, que esta como a dos leguas de ella poco más o menos, en primero de diciembre de 1 701, habiendo venido a efecto de asentar la población que se ordena por el despacho antecedente parecieron D. Juan Rodríguez de Tapia, D. Miguel Hernández y otros naturales y dijeron que por sí y en nombre de Diego Flores, Marcos de Saucedo y otros indios que nombraron, que por estar ocupados en el puesto de los Pilotos no comparecían, pedían se les diese posesión de dicho puesto para fundar un pueblo, a quien ponían por nombre Jesús María de los Dolores, que vista por su merced el señor Alcalde Mayor. mandó reconocer la parte donde se había de formar la planta del pueblo, conforme a lo dispuesto por las leyes reales, en la parte donde dichos naturales tenían puesta una campana que señalara el lugar donde había de ser la iglesia, se halla ser el más conveniente, así por ser levantado, llano y descubierto el sitio, como porque el agua que les había de servir entra por si sola por todo el, y pueden aprovecharle para fábrica de sus casas y huertas, y dejando asentado el sitio para la iglesia donde habían elegido se echaran las medidas para formar la plaza, que por ser pocos los naturales se les dio de largo trescientos pasos y de ancho doscientos, advirtiéndoles que habían de cuadrar coma estaba asignada la dicha plaza, por un lado la iglesia, por el otro las casas reales y por los demás fabricasen sus casas, para que estando juntas, cercanos y vecinos unos de otros, se pudieren socorrer y acudir en lo que necesitaren, y en cada esquina de dicha plaza se formaran dos calles, para que siguiesen sus legítimas y extendiesen su población sequen el orden y regla que se les dio.
Después de lo cual cogió su merced por la mano al dicho D. Juan Rodríguez de Tapia y a los demás naturales que se hallaron presentes y les metió en posesión de dicho sitio en nombre de su majestad, y ellos, en señal de aprehenderla, hicieron actos de posesión arrancando yerbas, tirando piedras, manoseando el agua y repicando su campana. En cuya posesión su merced dijo les amparaba y amparó; y en cuanto a los ejidos, de dicho pueblo observen la distancia de dicho sitio y caballerías de tierra que se les donó, y si sobre esto, o repartimiento de su suerte y solares hubiere algún inconveniente, ocurran a su merced par la providencia necesaria.”
Fuente: Jesús Gómez, «Los indios de Jesús María y su lucha por la tierra, 1699-1910». Fotografías del libro Aguascalientes en los años 20’s. Ayuntamiento de Aguascalientes.